Segovia y su tierra se disponen, como cada mes de septiembre, a rendir honores a su patrona, Nuestra Señora de La Fuencisla. Este próximo domingo, la imagen de la Virgen será trasladada desde su Camarín hasta la Sacristía Mayor del santuario, donde podrá ser contemplada y venerada más de cerca por tendrá lugar el traslado hasta la S.I. Catedral.
Será por la tarde cuando la imagen parta en procesión desde su santuario en las Peñas Grajeras hasta la ciudad, siempre y cuando el tiempo y las previsiones meteorológicas así lo permitan. En ese caso, está previsto que en torno a las ocho y media de la tarde la patrona de Segovia sea recibida por las autoridades civiles y militares, con honores de la Unidad de Alumnos de la Academia de Artillería y danzas en honor a Nuestra Señora a cargo del grupo «La Esteva». A continuación, la imagen será recibida en la S.I. Catedral por las autoridades religiosas de la Diócesis para, acto seguido, proceder a su entronización en el Altar Mayor y escuchar las palabras de Mons. César Franco, Obispo de Segovia, y culminar con la oración y el canto del himno a La Fuencisla.
Un día después, el viernes 20, y hasta el día 28, tendrá lugar el novenario de la tarde. A las siete y media de la tarde, Eucaristía, Novena y Rosario presididos por Mons. César Franco y predicada por el P. Diego González Castro, sacerdote claretiano. Desde el sábado 21 hasta el domingo 29 de septiembre se celebrará la novena de los jóvenes. A las 7 de la mañana, Novena y Eucaristía presididas por distintos sacerdotes de la Diócesis.
A lo largo del novenario, habrá también citas especiales. Así, el sábado 21 al finalizar la Eucaristía de la tarde, tendrá lugar la Vigilia de Adoración Nocturna. El miércoles 25, fiesta de Nuestra Señora de la Fuencisla (solemnidad en la capital), al finalizar la novena de la juventud y durante toda la mañana, ofrenda de flores. El jueves 26, a las diez y media de la mañana se celebrará la Eucaristía por las personas mayores.
Un día más tarde, el viernes 27, tendrá lugar la Eucaristía de los niños, también a las diez y media de la mañana. Ya por la tarde, a las cinco, concentración en el Azoguejo de los participantes en la Ofrenda de Frutos, para trasladarse hasta la Catedral en romería al son de las dulzainas y el tamboril. A las seis, ofrenda de frutos pronunciada por el Don Guillermo Herrero, historiador y periodista, con danzas en honor a nuestra Señora a cargo del grupo «La Esteva».
El sábado 28 se celebrará el Día de la Caridad, por lo que las colectas de los actos religiosos de las siete de la mañana y las siete y media de la tarde se destinarán a personas necesitadas. En la Eucaristía de la tarde —último día de la Novena—, el Sr. Obispo impartirá la Bendición Apostólica. Este mismo día, a las diez de la noche, Vigilia de Oración de los jóvenes.
El domingo 29 celebraremos la fiesta principal. A las siete de la mañana, Rosario de la Aurora desde los Jardinillos de San Roque hasta la Catedral, donde se celebrará el último día del novenario de los jóvenes. A las once de la mañana, Misa Solemne presidida por Mons. César Franco. Ya por la tarde, a las cinco, Santo Rosario. Tras él, la imagen de Ntra. Sra. de La Fuencisla iniciará su traslado de vuelta al santuario, acompañada por las autoridades religiosas, civiles y militares de Segovia, así como de la Unidad de Alumnos de la Academia de Artillería.
En la plaza del Acueducto tendrá lugar la despedida oficial de Nuestra Señora, con el desfile de la Unidad de Alumnos de la Academia de Artillería y danzas a cargo del «Grupo de Coros y Danzas Emperador Teodosio». A continuación, palabras del Sr. Obispo y canto de la Salve, con lo que se dará por finalizada la despedida oficial. Seguidamente, la imagen continuará su recorrido desde el Acueducto hasta su santuario. La entrada al mismo se realizará a través de un arco que el «Grupo de Coros y Danzas Emperador Teodosio» formará en su honor.
Ya el lunes 30 de septiembre se celebrará la Misa de difuntos en el santuario a las seis y media de la tarde, en sufragio de todos los cofrades difuntos. Y desde el 1 hasta el 9 de octubre, Novenario de los Sexmos en el santuario. A las seis de la tarde, Rosario y Novena; a las seis y media de la tarde Eucaristía presidida por el rector del santuario. Durante todos los días de este Novenario se podrán realizar Ofrendas de Frutos no perecederos que serán distribuidos al final del Novenario entre personas necesitadas.
La parroquia de la Santísima Trinidad acoge este fin de semana la celebración de la Catorcena, tradicional fiesta Eucarística que tiene lugar en torno al primer fin de semana de septiembre. Teniendo en cuenta que esta parroquia está integrada en la UPA Centro, en la preparación de esta fiesta también se ha contado con miembros de sus parroquias: San Andrés, San Miguel, San Martín y San Esteban (aunque esta última no tiene culto).
Como resultado de este trabajo en equipo surge una programación que nace con una dimensión eminentemente espiritual, puesto que la Catorcena es una fiesta de exaltación de la Eucaristía. Con el volteo de campanas anunciando el inicio de la fiesta de la Catorcena dará comienzo una fiesta que se extenderá del viernes 30 de agosto hasta el martes 3 de septiembre. Todos los días, excepto el domingo, tendrá lugar la exposición del Santísimo Sacramento a las 19 horas y, a las 20 horas la Santísima Trinidad acogerá la celebración de la Eucaristía presidida por D. Andrés de la Calle, párroco y responsable de la UPA, dedicada cada día a una intención especial. Además, la Cofradía de la Minerva y Adoración Nocturna tendrán una participación especial en la exposición del Santísimo.
Esta Catorcena también tiene una dimensión cultural. Así, el propio viernes 30, tras la celebración eucarística, la historiadora Mercedes Sanz de Andrés ofrecerá la conferencia «La iglesia de la Trinidad en el barrio de los Caballeros». Además, el sábado 31, al finalizar la Eucaristía se podrá disfrutar de «Un concierto espiritual» a cargo del grupo Hidalgos. En esta ocasión, también se ha puesto la mirada en los adolescentes y jóvenes, que están invitados a participar de la Gymkhana que recorrerá los templos de la UPA Centro. Una propuesta que tendrá lugar el sábado 31 desde las 11 hasta las 12.30 horas con salida de la Plaza de la Trinidad.
El ‘día grande’ tendrá lugar el domingo 1 de septiembre, cuando se celebre la fiesta principal de la Catorcena. El día comenzará con el volteo de campanas como preludio de la Eucaristía que, presidida por Mons. César Franco, Obispo de Segovia, dará comienzo a las 11 horas. En torno al mediodía saldrá la Procesión Eucarística acompañando al Santísimo Sacramento por las calles del centro, realizando una estación sacramental en el Convento del Corpus Christi. En esta ocasión, la Banda «El Cirineo» de la Feligresía de San Andrés será la encargada de poner el acompañamiento musical a la procesión.
Ya por la tarde, a las 18 horas, se celebrará un acto eucarístico con el rezo de vísperas y bendición del Santísimo. Será en estos cultos en los que participe la Venerable Congregación Sacerdotal de San Pedro Apóstol.
Don Andrés de la Calle, párroco de la Santísima Trinidad recuerda que lo principal de esta fiesta es «el culto a la Eucaristía, su celebración, adoración y procesión», y aprovecha para invitar «a todos los cristianos» de Segovia a esta fiesta de la Catorcena que tanta relevancia tiene en nuestra ciudad.
Historia de la Catorcena
Las crónicas sitúan el origen de esta celebración hacia 1410, cuando el sacristán de la entonces parroquia de San Facundo, ahogado por las deudas que arrastraba, robó una Hostia Consagrada y la vendió para ser profanada en la calle Malconsejo. Entonces, la Sagrada Forma fue arrojada a un caldero de aceite hirviendo pero, para sorpresa de los presentes y de forma milagrosa, primero quedó suspendida en el aire, y después salió volando, produciendo una abertura en el edificio, para acabar en la iglesia del Convento de la Santa Cruz. Allí estaba celebrando la Eucaristía un fraile dominico, quien la recogió y la guardó en el Sagrario. El lugar de este suceso fue el actual convento de las hermanas Clarisas del Corpus Christi, antigua Sinagoga Mayor.
Como desagravio, catorce de las parroquias con las que contaba la ciudad por aquel entonces acordaron celebrar un acto eucarístico que sirviera para hacer memoria de este milagroso suceso. Cada año, una parroquia se encargaría de preparar esta fiesta, alternándose entre las intra y las extramuros. A cada parroquia le correspondía preparar esta fiesta cada catorce años, de ahí el nombre de catorcena.
Desde este hecho han pasado ya 614 años. Muchas de las parroquias originales ya no existen, por lo que, ante las voces que abogaban por la desaparición de esta tradición, desde el Arciprestazgo de Segovia se planteó la posibilidad de que las nuevas parroquias acogieran las celebraciones de aquellas donde ya no hay templo o está desacralizado, como así se viene haciendo.
El párroco de la parroquia de San Martín de Prádena, Delphin Nkano, y el presidente de la Asociación «San Roque» de la localidad, Luis Pascual, —junto con el vicario general de la Diócesis y el secretario de la asociación— han firmado un convenio de colaboración.
En virtud de este acuerdo, la Asociación «San Roque» colaborará con la parroquia en el cuidado y mantenimiento de la ermita de San Roque. Asimismo, la asociación prestará su apoyo a la parroquia en aquellas otras tareas que sean precisas en aras a preservar y consolidar el patrimonio religioso y cultural.
De esta manera se ha regulado por convenio la colaboración que ya venía desarrollándose entre ambas entidades desde hace años. Con la firma de este acuerdo se constata el interés de parroquia y asociación por salvaguardar los bienes culturales y el patrimonio religioso, propiedad de la parroquia, que alberga Prádena.
Inauguración en Chañe
Por otra parte, la iglesia parroquial de San Benito, en Chañe, acogió ayer la Eucaristía con la que se quiso celebrar el final de las obras de reparación del templo. La celebración, presidida por Ángel Galindo, vicario general de la Diócesis, acompañado por Joseph Mbinga, párroco de la localidad, contó con la presencia del alcalde de Chañe, Dionisio García y el diputado provincial Jaime Pérez.
El coste de los trabajos de reparación ha ascendido a 120 703 euros, sufragados en el marco del convenio suscrito entre Obispado y Diputación, que aportan dos tercios del total. La tercera parte es asumida por la parroquia y la generosidad mostrada por la cofradía y diversos empresarios, así como en las colectas de los feligreses.
De esta manera se pone de manifiesto una vez más la preocupación de Obispado, Diputación y parroquia por mantener el patrimonio religioso y cultural. Las entidades públicas, cumpliendo su deber, al igual que subvencionan actos culturales organizados por asociaciones privadas o favorecen el desarrollo económico promovido por iniciativa privada, también colaboran por mantener el patrimonio religioso, propiedad de la parroquia como entidad sin ánimo de lucro.
El vicario general de la Diócesis de Segovia, Ángel Galindo, y el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, firmaron el convenio de colaboración entre ambas instituciones para la realización de obras de reparación en las iglesias parroquiales de Alconadilla, Pajarejos, Balisa, Torregutiérrez, Casla, Olombrada, Migueláñez y Chañe.
En virtud de este convenio, entre ambas instituciones destinarán 300 000 euros para acometer reparaciones en las citadas iglesias de la provincia. A esta cantidad se añaden 150 000 euros más, que aportarán el conjunto de las parroquias según la proporción del coste de la obra.
Este convenio manifiesta el interés social de ambas instituciones por ayudar a la conservación del patrimonio religioso y cultural de la provincia. De esta forma, las parroquias contarán con la ayuda de los fieles católicos y de instituciones públicas (ayuntamientos) y sociales preocupadas por el patrimonio religioso.
El Obispado se encarga de la contratación y ejecución de las obras aprobadas; de la dirección, control y certificación de los trabajos; así como de la obtención de permisos, autorizaciones y licencias. Además, se establece una comisión mixta —cuatro representantes, dos fr cada una de las partes firmantes del acuerdo— de seguimiento, vigilancia y control de los resultados, que serán evaluados.
Este próximo domingo. 28 de julio, la Iglesia celebra la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores. «En la vejez no me abandones» (cf. Sal 71,9) es el lema elegido por l papa Francisco para subrayar la soledad como la principal barrera que tienen que superar muchas personas mayores en la última etapa de su vida. No obstante, todos estamos llamados a trabajar por dignificar la vida de nuestros mayores.
Cada persona, cada parroquia, cada comunidad, debe esforzarse por vivir, al menos, un día de compañía, sin soledad. Animamos pues, en este fin de semana en el que recordamos también la memoria de san Joaquín y santa Ana (26 de julio), padres de la Virgen María y abuelos de Jesús, a visitar a nuestros mayores y disfrutar de su compañía, sus historias y sus testimonios de fe. Poniendo en valor la contribución de los abuelos y los mayores en la historia y en la vida de la Iglesia, fomentamos el compromiso de todos para construir lazos y vínculos entre generaciones que nos permitan luchar contra la soledad no deseada.
Además, el Papa ha concedido la indulgencia plenaria a los fieles que asistan a las misas dedicadas a este propósito o visiten a las personas mayores que están solas.
En nuestra Diócesis de Segovia, el Secretariado de Familia y Vida ha organizado una Eucaristía muy especial. Tendrá lugar mañana, viernes 26 de julio, a las 19 horas en el Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla, presidida por el Obispo de Segovia, Mons. César Franco. Tras la Eucaristía, podrá visitarse el Camarín de la patrona de la ciudad. Una cita a la que abuelos, nietos y personas mayores están especialmente invitadas a participar.
Para felicitar a los abuelos y a las personas mayores en este día tan especial, el propio Secretariado de Familia y Vida, junto con la Pastoral de la Salud, han preparado este vídeo.
Puedes leer y descargar aquí el Mensaje del papa Francisco para esta IV Jornada de los Abuelos y los Mayores
Un año más, la Diócesis de Segovia, en colaboración con la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León —al igual que el resto de las diócesis de la Comunidad—, abre al turismo un total de 61 iglesias repartidas por toda la provincia. Los templos, de gran valor histórico y artístico, se podrán visitar de forma gratuita desde el sábado, 13 de julio, hasta el 10 de septiembre, gracias al programa de Apertura de Monumentos que pone en valor la riqueza patrimonial que alberga nuestra Diócesis y que favorece la evangelización.
Todos los templos acogidos a este programa de apertura se han distribuido, como novedad en esta ocasión, en ocho rutas, con la finalidad de integrarlos mejor bien por su estilo artístico, bien por su ubicación geográfica. Así, las rutas serán las siguientes: Valle del Duero, Románico Sur, Iglesias de la Sierra, Iglesias Barrocas, Camino de Madrid, Mudéjar al Sur del Duero, Iglesias Góticas y Renacentistas y Ciudades Patrimonio Mundial.
Se podrán visitar de forma gratuita, de martes a domingo, desde el 13 de julio al 8 de septiembre en horario de 11 a 13.30h y de 17 a 20h. Los encargados de la acogida a los visitantes serán colaboradores de esas parroquias que estarán identificados con un distintivo de la Diócesis.
Monumentos del Valle del Duero
En la zona del Valle del Duero los visitantes podrán admirar la belleza de las iglesias de San Martín y Santa Marina en Sacramenia; la iglesia de la Vera Cruz en Cuevas de Provanco; la iglesia de San Pedro en Fuentesoto; la Asunción de Ntra. Sra. en Laguna de Contreras y la de Santa María Magdalena en Aldeasoña (estas dos últimas, solo fines de semana de viernes a domingo).
Monumentos del Románico Sur
En la ruta del Románico Sur se podrán visitar, como novedad, la iglesia de la Asunción en Caballar y la iglesia de San Román en Cerezo de Abajo.
Igual que en años anteriores, estarán abiertas las iglesias de San Vicente Mártir en Pelayos del Arroyo; la Natividad en Santa María de Riaza; la iglesia de Santiago en Turégano; las de El Salvador, San Bartolomé y la Virgen de la Peña en Sepúlveda; la de San Miguel Arcángel en Arcones; o la de la Asunción en Sequera de Fresno.
Siguiendo con esta ruta, se podrá visitar la ermita de San Frutos del Duratón en Carrascal del Río o la iglesia de San Pedro de Alquité. Asimismo, también podrán visitarse la iglesia de la Asunción en Duratón; la iglesia de la Natividad en Duruelo; la Asunción de Ntra. Sra. en Aldealengua de Pedraza; la de San Miguel Arcángel en Sotosalbos.
Las iglesias de la Asunción de Ntra. Sra. de Becerril; Ntra. Sra. del Rosario de Soto de Sepúlveda; la de San Cristóbal de Barahona del Fresno; la de San Juan Bautista en Cerezo de Arriba; Santo Tomás en La Higuera; San Lorenzo en Cabañas de Polendos; la de Santiago Apóstol en Bernuy de Porreros y, finalmente, la de San Félix mártir en Muñoveros, abrirán solo los fines de semana, de viernes a domingo.
Iglesias de la Sierra
En esta nueva denominación de ruta podrán visitarse las iglesias de San Lorenzo en Navafría, Ntra. Sra. del Manto en Riaza, la de San Cornelio y San Cipriano de El Muyo; la iglesia de San Martín en Martín Muñoz de Ayllón; la de San Miguel en Riofrío de Riaza y, como novedad, la iglesia de San Martín en Prádena.
Iglesias Barrocas
En esta ruta, también de reciente denominación, estarán abiertas al público las iglesias de Santa María la Mayor en Ayllón; San Pedro en Madriguera y la de Santa Catalina de Villacorta. Todas ellas solo en fin de semana, de viernes a domingo.
Monumentos del Camino de Madrid
La iglesia de Santa María La Mayor en Coca; la de la Asunción de Ntra. Sra. en Martín Muñoz de las Posadas y la de Ntra. Sra. del Rosario de La Granja de San Ildefonso constituyen la propuesta en esta ruta.
Monumentos del Mudéjar al Sur del Duero
Respecto a la ruta del Mudéjar al Sur del Duero, el visitante tendrá la opción de contemplar seis templos. En Cuéllar, estarán abiertas las iglesias de San Miguel, San Andrés, y Santa María de la Cuesta.
Por otro lado, también podrá contemplarse la belleza de los templos de Ntra. Sra. de la Soterraña en Santa María la Real de Nieva; San Bartolomé en Sangarcía y San Baudilio en Samboal, esta última solo en fin de semana.
Iglesias Góticas y Renacentistas
En esta propuesta se incluye la iglesia de San Juan Bautista de Carbonero el Mayor y la de la Asunción de Ntra. Sra. en Paradinas (esta solo fin de semana en horario de tarde). Como novedad en esta ruta, se abrirá a las visitas la iglesia de San Pedro de Espirdo, solo en fin de semana, y la de San Sebastián en Cobos de Segovia, solo fines de semana en horario de tarde.
Monumentos de Segovia, ciudad Patrimonio Mundial
Finalmente, las iglesias incluidas en la ruta de ciudad del patrimonio son: San Millán, la iglesia del Seminario, San Martín, San Miguel, San Clemente, San Justo, San Andrés y Santa Eulalia (estas dos últimas como novedad), todas ellas en la ciudad de Segovia.
Cabe señalar que el conjunto de templos abiertos es de gran valor patrimonial, cultural y artístico. Una manera de descubrir, o redescubrir, nuestra capital y provincia para contemplar la belleza que nace desde la fe. En definitiva, se trata de una propuesta cultural cuyo valor más importante es la evangelización y el conocimiento de la fe y la historia como legado de nuestros antepasados.
Recordamos, asimismo, que la aplicación móvil Templos de Segovia puede descargarse de manera gratuita para conocer y profundizar en los detalles de siete iglesias de la capital: San Millán, la iglesia del Seminario, la Real Iglesia de San Miguel, San Justo, San Miguel, San Martín y la Santísima Trinidad.
Durante este curso 2024-2025, tercero del plan trienal de pastoral, el lema que orientará nuestros trabajos será «con Jesús y como Iglesia, tú eres misión, somos misión». Somos conscientes de que el lema del trienio, «Hago nuevas todas las cosas» (Apc 21,5) remite a Jesús como protagonista de nuestra historia y nos sitúa en su seguimiento bajo la acción del Espíritu. Sólo así podemos discernir lo que el Señor quiere de nosotros en orden a la renovación constante de la Iglesia diocesana y a la adecuación que deseamos llevar adelante para adaptarla a la situación actual.
También somos conscientes de que cada cristiano es «misión», como ha dicho el Papa Francisco, y que esta misión no puede ser otra que la de Cristo y su Iglesia. Involucrarse en la misión desde la propia identidad personal es la primera exigencia de nuestra vocación bautismal. En este curso se concluye, además, el Sínodo sobre la sinodalidad, lo cual interpela a nuestro modo de ser Iglesia y nos alienta al saber que nunca estamos solos en nuestra vida cristiana y eclesial. Por otra parte, la celebración del año jubilar sobre la esperanza es una ocasión para vivir como peregrinos que conocen su meta: la plenitud de la vida eterna más allá de la muerte.
Con esta carta quiero animar a toda la diócesis a tomar conciencia de nuestra misión en este mundo, lo cual favorecerá el que las acciones específicas de este curso se realicen con la confianza de que el Señor Resucitado nos precede en la acción, la llena de sentido y la hará fecunda según su voluntad.
Quiero insistir en algunas ideas que sustentan la programación de este curso.
Nunca insistiremos bastante en este fundamento de cualquier actividad de los cristianos. Gracias a la inserción en Cristo por el bautismo y al sacramento de la Confirmación, el cristiano es, por su propia naturaleza, un enviado al mundo el estilo de Jesús, el Enviado del Padre. Los laicos no reciben su misión de los sacerdotes que les pueden encargar tareas específicas en la comunidad cristiana. Por el hecho de estar bautizados son enviados al mundo como discípulos y misioneros que asumen conscientemente la misión de Cristo. Su lugar específico es la sociedad. De ahí que sea tan importante una auténtica y completa iniciación cristiana que capacite para el testimonio en la vida pública y para el ordenamiento de la sociedad según los criterios evangélicos y la Doctrina Social de la Iglesia. El Congreso que la Conferencia Episcopal Española prepara sobre pastoral vocacional del 7 al 9 de febrero nos recordará que la Iglesia es una «asamblea de los llamados para la misión» que, siendo única, cada uno debe vivirla según la llamada que Cristo le dirija. Por ello, es necesario escuchar a Dios en la oración y lectura de la Palabra de Dios, en el acompañamiento espiritual y en la vivencia de una comunidad cristiana concreta en la que maduramos la fe y crecemos en el sentido de pertenencia a la Iglesia diocesana y universal.
Para fomentar la pertenencia a la Iglesia, Cuerpo de Cristo y Pueblo de Dios, es preciso salir de nuestro individualismo y participar en los ámbitos de formación y corresponsabilidad que existen en los diversos niveles de la Iglesia: diócesis, arciprestazgo, parroquia, grupos y movimientos estables de vida cristiana, cofradías y hermandades, la Acción Católica... El afecto a la Iglesia crece en la medida en que acogemos los cauces de participación que se ofrecen para la formación y la acción pastoral conjunta. Un cristiano solo no es cristiano, decía Tertuliano. La condición social de la persona humana nos llama a la convivencia, a compartir la vida y los bienes con los demás. La persona tiende a asociarse impulsada por sus intereses de todo tipo (políticos, culturales, deportivos). La Iglesia ha nacido como una «comunión» y está llamada a ser familia de Dios invitando a todos los pueblos a incorporarse al dinamismo del Espíritu que la mantiene en la unidad de la fe, esperanza y caridad. No olvidemos que Jesús nos ha dicho que los hombres creerán en él por el testimonio de la unidad.
La importancia de la familia como célula de la sociedad alcanza en la Iglesia una significación especial al ser definida como «iglesia doméstica». En la descristianización actual nadie puede negar que un elemento decisivo ha sido la pérdida del valor cristiano de la familia como lugar de crecimiento en la fe y en la misión hacia el mundo. La vivencia de la Iglesia comienza en la familia como comunidad cristiana en la que todos sus miembros se edifican con la fuerza del evangelio. Cuando la familia se separa afectiva y efectivamente de la Iglesia se abre una brecha difícil de superar en la evangelización de sus miembros. El sacramento del matrimonio, vivido en su plenitud, es el fundamento de la familia como iglesia doméstica. Los fracasos de las catequesis y de los sacramentos de iniciación cristiana tienen su origen en gran medida en que la familia ha perdido su referencia esencial a la Iglesia, de manera que familia e Iglesia llegan a ser dos mundos separados en la experiencia de niños, adolescentes y jóvenes. El interés que la Iglesia muestra por la familia no es una «táctica» para conseguir adeptos; es el reconocimiento de que la experiencia y vivencia de la fe es inseparable de una vida conforme al evangelio que se recibe en el ámbito natural de la familia. De ahí la importancia de familias que den testimonio de un modo de vida que no se acomoda a la «mundanidad» sobre la que el Papa Francisco nos advierte con frecuencia. Hay una forma de vivir según Cristo que se distingue esencialmente de lo que proponen las antropologías cerradas a la trascendencia.
Con la ilusión de comenzar un nuevo curso y con la esperanza puesta en quien no defrauda, el Señor Resucitado, aceptemos esta nueva oportunidad que él nos da para trabajar junto a él en la tarea más apasionante que el hombre puede soñar a pesar de su fragilidad: hacer nuevas todas las cosas. María, Madre de Cristo y de la Iglesia, caminará a nuestro lado y nos enseñará a vivir el evangelio mediante la obediencia de la fe.
Con mi afecto y bendición
Dice el refranero popular: 'novia mojada, novia afortunada'. Si volvemos la vista al sábado 29 de junio, y seguimos el patrón del refrán, 'diácono mojado, sacerdote afortunado'. Y es que la lluvia también quiso hacer acto de presencia en el día más importante en el camino vocacional de Alberto Janusz Kasprzykowski Esteban, el de su Ordenación Sacerdotal. Muchas circunstancias concurrían este 29 de junio: solemnidad de los santos Pedro y Pablo; en Segovia celebramos San Pedro como patrón; celebramos el aniversario de Ordenación Episcopal de D. César,... y la primera Ordenación Sacerdotal en la Diócesis en los últimos tres años. Vaya, que la lluvia no iba a 'aguar la fiesta' aunque se lo propusiera.
Sonaban las campanas del mediodía cuando la procesión de entrada salía desde la sacristía para encarar la vía sacra y llegar hasta el Altar Mayor de la Catedral de Segovia. Al inicio, la luz, en forma de velas portadas por diferentes personas representando las realidades que Alberto se encontrará en aquellas parroquias a las que sirva: familias jóvenes, personas mayores, religiosas,... Tras el todavía diácono —visiblemente emocionado—, sacerdotes diocesanos y presbíteros amigos, el Obispo de la Diócesis, Mons. César Franco, y el Obispo emérito, Mons. Ángel Rubio. Comenzaba una ceremonia que Alberto definiría después como "tortuosa", pero que llegó al corazón del millar de personas congregado en la seo segoviana para acompañar al nuevo presbítero.
La segunda lectura se leyó en español y polaco, haciendo un precioso guiño a la familia paterna de Alberto. El Evangelio fue leído por Juanjo Rodríguez, recién ordenado diácono en Ávila y compañero de Janusz en el Teologado. Tras las lecturas, el acto de reconocimiento de que Alberto Janusz es un candidato digno para ser ordenado. «Después de haber consultado al pueblo cristiano, doy testimonio de que ha sido considerado digno», fueron las palabras pronunciadas por D. Juan Cruz Arnanz, rector del Seminario diocesano. Así, don César elegía al candidato para el Orden de los Presbíteros.
En su homilía, el Obispo de Segovia comenzó asegurando que la Catedral se llenaba «de luz, como se llenó de luz la celda de Pedro, donde esperaba el martirio. Allí fue la luz del ángel del Señor, aquí es la luz de Cristo glorioso y resucitado, que vive, que está presente en la Iglesia, que actúa en ella y que llamó, ha llamado y llama a nuestro hermano Alberto para que se incorpore a él en el servicio mismo que Cristo realiza en la Iglesia. Enhorabuena, felicidades». En un día en que la Iglesia Universal celebra a San Pedro y San Pablo, don César glosó la figura de los dos santos «que son columnas insustituibles de la Iglesia y parte de la revelación cristiana» para trasladar al joven un mensaje de tranquilidad, «no temas, el Señor te será fiel», dijo, para añadir «te tienes que fiar total y plenamente de Él, sin reservas, para llegar a la meta».
«No te haces sacerdote para que todo te vaya bien. No te haces sacerdote para que la gente te admire, te quiera, te diga piropos. Te haces sacerdote para combatir, para luchar contra el mal, contra el pecado, contra todo lo que suponga orgullo y soberbia de este mundo, que son tentaciones que nos llegan a todos. En las parroquias hay problemas, en las comunidades hay problemas, hay que afrontarlos, hay que ser fuerte, hay que combatir. Y si es preciso, y si el Señor lo dispusiera, combatir hasta dar la vida por Cristo», le trasladó Monseñor a Alberto para seguir pidiéndole: «No pierdas nunca ese gozo que tienes hoy, esa energía, ese deseo de servir a Cristo, ese correr tras Él, como dice san Pablo, aunque no llegues a alcanzarle». Finalmente, don César manifestó que «no por nuestra gracia somos vasijas de barro, sino por el poder del Espíritu Santo. Por él hemos recibido la gracia de su Hijo Sacerdote, que permanezca siempre contigo al pie de la cruz, la que el Señor te tenga reservada, y sobre todo en la alegría de la resurrección».
Después de la homilía del Obispo, Alberto efectuó sus promesas, y tras ello, protagonizó la postración, ese momento en el que se invocó la intercesión de los santos mediante el canto de las letanías. A continuación, comenzaba el rito de ordenación sacerdotal con la imposición de manos —por el Obispo y todo el presbiterio—, y la plegaria de ordenación, tras la que Alberto recibió de manos de Florentino Vaquerizo y Fernando Mateo su estola al estilo sacerdotal, y fue vestido con la casulla. Después, recibió en las manos la unción con el Santo Crisma, signo del carácter sacramental de la ordenación. Don César también entregó a Alberto el cáliz y la patena con la que se celebró la Eucaristía, en la que el nuevo presbítero concelebró por primera vez. El abrazo entre ambos, y después con los presbíteros concelebrantes, en señal de acogida en el ministerio, selló con gozo y alegría el rito vivido como una gracia de Dios para nuestra Iglesia peregrina en Segovia.
Como colofón a esta emotiva celebración, Alberto, ya ordenado presbítero, pronunció unas palabras de agradecimiento en las que empezó dando gracias «por mi familia, por mi parroquia, donde descubrí quién era Dios». Después hizo un repaso por su trayectoria vital, agradeciendo a cada grupo de personas que han caminado junto a él en la vida, desde el colegio San Juan de la Cruz donde inició su andadura, hasta el Colegio Español de Roma donde ahora reside. Ellos le han enseñado, dijo, «que el tesoro lo llevamos en vasijas de barro» y ellos le han mostrado, añadió, «que en la debilidad encuentro la fortaleza». Antes de poner el broche con un bonito lema, volvió al origen, a esa familia que le acompaña y apoya, esa que representa «mi Galilea, y a veces también un poco mi Roma». Finalmente, selló sus palabras con un lema adaptado que reza: «Siempre cristiano. En todo, discípulo y pastor. Y solo, no, con vosotros, presbítero».
Un día después, el domingo 30, Alberto Janusz Kasprzykowski Esteban oficiaba su primera Eucaristía de Acción de Gracias en 'casa', la parroquia de San Millán que le ha visto crecer, conocer ese 'primer amor' a Dios y ahora cumplir con su meta: el presbiterado. El templo se quedó pequeño para albergar esta celebración en la que el joven sacerdote quiso hacer una petición especial durante su homilía: «Hoy pido que mi ministerio sea por Jesús, con Jesús y en Jesús. Que no solo levante a otros como instrumento suyo, sino que cuando agarre al otro con mi mano, le levante y note mi pulso, el pulso de Dios». Al finalizar la celebración, la Cofradía de la Soledad al Pie de la Cruz y el Santo Cristo en su Última Palabra le entregó un obsequio, así como la parroquia le hizo entrega de un maletín con material litúrgico.
¡Enhorabuena, Alberto! Gracias por tu fidelidad. Pedimos a la Virgen de la Fuencisla y a San Frutos que te protejan siempre en tu ministerio.