Sábado, 06 Febrero 2016 19:30

La barca de Pedro

La barca de Pedro

            La Iglesia ha sido llamada la barca de Pedro. Y con toda razón. En el evangelio de hoy, la barca de Pedro es el lugar al que se sube Jesús para, desde ella, hablar a la gente que se amotinaba para escucharle. Sentado en la barca, Jesús enseñaba a quienes le seguían.

La barca no es sólo el lugar de la enseñanza, sino de la pesca. Cuando Jesús terminó de enseñar, pidió a Pedro que remara mar adentro y echara las redes. Durante aquella noche, Pedro y sus compañeros no habían pescado nada y se lo dijo a Jesús, pero, en su nombre, echó las redes al mar. Y sucedió el milagro que pasará a ser el

Sábado, 06 Febrero 2016 19:29

Pescador de hombres

«Pescador de hombres»

            El evangelio de este domingo presenta la vocación de Pedro, a quien Jesús dice que será «pescador de hombres». Pedro se dedicaba a la pesca en el mar de Galilea con su hermano Andrés y otros dos hermanos, Santiago y Juan. Jesús les cambia su destino, mediante el milagro de la pesca milagrosa, que provoca admiración y temor al mismo tiempo. Después de haber pasado la noche sin pescar nada, Jesús les ordena echar las redes y éstas se llenan milagrosamente de peces. Ante el asombro, Pedro cae rendido a los pies de Jesús y le dice: «Apártate de mi que soy un pecador». Esta es la experiencia de toda auténtica vocación. Jesús ahuyenta

Sábado, 30 Enero 2016 18:33

Nadie es profeta en su pueblo

Cuando Jesús dice que «ningún profeta es aceptado en su pueblo» sintetiza en gran medida la historia de Israel, que rechazó a grandes profetas, como Isaías, Jeremías, Juan Bautista. Acercándose a su destino último, Jesús exclamó ante la vista de la ciudad santa: «Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados» (Lc 13,34). Jesús vivió en su propia carne este destino de los verdaderos profetas, como narra el evangelio de este domingo. Y todo fue por no plegarse a las expectativas del pueblo que le exigía milagros, como había hecho en Cafarnaún.

Llama la atención que los vecinos de Jesús en Nazaret pasan de la admiración ante su predicación a una actitud

Sábado, 30 Enero 2016 18:17

Signo de contradicción

Jesús es un signo de contradicción para el mundo. Así se lo dijo el anciano Simeón a su madre María, cuando lo llevó al templo de Jerusalén para ser circuncidado. Y así se ha comprobado a lo largo de la historia bimilenaria del cristianismo. Amado por unos, odiado por otros; acogido por humildes y sencillos, rechazado por soberbios y poderosos; adorado por los suyos, perseguido por los poderes de este mundo. Desde la cuna a la cruz, y desde la resurrección hasta su última venida gloriosa, Jesús se ha convertido en un signo de contradicción, que obliga a los hombres a tomar decisión a favor o en contra de él. Cuando unos magos de Oriente le buscaban guiados por la fe, Herodes

Viernes, 22 Enero 2016 18:14

Historia y fe

 

           

De los cuatro evangelistas, Lucas es conocido como «el historiador», porque demuestra especial interés en enmarcar la vida de Jesús en su momento histórico. Quien lea, por ejemplo, la presentación que hace de Juan Bautista, observará que comienza con una especie de crónica histórica donde se enumeran los personajes que gobernaban en aquel momento. También el nacimiento de Jesús hace referencia al emperador Augusto y a Cirino,

Viernes, 22 Enero 2016 18:12

El “hoy” de la misericordia

 

            Después de su bautismo en el Jordán y del prolongado ayuno en el desierto, Jesús comienza su ministerio público en la sinagoga de Nazaret. Era un sábado y, entrando en la sinagoga como era costumbre, le fue entregado el rollo del profeta Isaías para que hiciera la lectura. El pasaje que leyó se refiere a la misión del Mesías con estas palabras: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a

Domingo, 17 Enero 2016 21:18

El vino del Esposo

Quizás algún lector se haya preguntado por qué el primer milagro de Jesús se realiza en el marco de unas bodas. Y es posible que también se interrogue si era tan dramático que unos novios se quedarán sin vino. Se entiende mejor la multiplicación del pan para saciar a los hambrientos que la transformación del agua en vino para contentar a los comensales de una boda.

Domingo, 17 Enero 2016 21:15

El signo del vino

El signo del vino

En el evangelio de Juan los milagros de Jesús son llamados «signos». El evangelista descubre en todos ellos un significado que trasciende el hecho milagroso. Si Jesús abre los ojos del ciego de nacimiento es para enseñar que él es la luz del mundo; si multiplica los panes y los peces, es para mostrarse a sí mismo como el Pan del cielo; y si resucita a Lázaro es para afirmar que es la

Lunes, 11 Enero 2016 08:24

Bautismo y regeneración

Bautismo y regeneración

 

El Nuevo Testamento da al bautismo cristiano el nombre de «regeneración», y hay que decir que el origen de este nombre se remonta a Cristo. Al viejo Nicodemo, en sus conversaciones nocturnas con Jesús, le dijo que si quería entrar en el Reino de los cielos debía «nacer de nuevo». Este es el significado de «regeneración», nuevo nacimiento. Extrañado Nicodemo de que, siendo viejo, tuviera que nacer de nuevo, Jesús le aclara que no se trataba de volver a entrar en el seno de su madre, sino de un nacimiento de lo alto, de Dios, que se realiza con el agua y el Espíritu. He aquí el

Lunes, 11 Enero 2016 08:22

Bautismo y misión

Bautismo y misión

El bautismo de Jesús, que celebramos este domingo, cierra el tiempo de Navidad. Su bautismo en el Jordán es el inicio de su misión. La voz del Padre, que viene del cielo, revela que Jesús no es un pecador más en la fila de quienes hacen penitencia, sino su Hijo amado, su predilecto. Por eso, la gente debe escucharle. San Pedro sintetiza la misión de Cristo con estas palabras: «Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él» (Hch 10,38). Los evangelios constituyen el