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«IGLESIA Y COMUNICACIÓN. TEJER HISTORIAS» JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES 2020

Cartel Jornada Com Sociales 2020

Hace ya más de medio siglo (desde 1967) que la Iglesia celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en estas fechas de final de primavera, haciéndola coincidir expresamente con la solemnidad de la Ascensión, recordando así el mandato de Jesús a los discípulos antes de entregar la labor que Él había empezado en sus manos: “Id y proclamad al Evangelio a toda la creación, hasta el confín de la Tierra”. Un mensaje de esperanza global, como diríamos ahora. La misión de la Iglesia no es otra que anunciar la Buena Noticia al mundo, La misión de la Iglesia es la comunicación.

En este año que tantas vidas y proyectos ha torcido, el Papa nos propone en esta jornada “respirar la verdad de las buenas historias” y crear, en medio de la confusión y noticias falsas que nos envuelven, narraciones humanas que sepan mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura. Hay que tejer historias buenas, bellas y verdaderas.

Como es costumbre, el mensaje de la jornada fue publicado en enero, antes de que nadie fuera capaz de anticipar las consecuencias de la pandemia que nos ha venido encima y que aún hoy nos tiene aturdidos. Hablaba el Santo Padre, proféticamente, de “héroes, también actuales, que se enfrentan a situaciones difíciles y luchan contra el mal empujados por una fuerza que les da valentía, la del amor”.

Estamos viviendo momentos en los que valoramos más que nunca los gestos y las acciones, las historias tejidas entre todos que comunican mucho más que las palabras. No hay más que ver la emoción que nos sigue provocando la entrega, impagable, de todos los profesionales y trabajadores sanitarios en esta época de angustia.

Junto con el resto de la sociedad civil, la Iglesia ha estado y está ahí en esta crisis.  Muchas de esas historias de vida entregada las están protagonizando los voluntarios de Cáritas en medio del agobio y la incertidumbre, las congregaciones religiosas que se han aplicado a la fabricación de equipos de protección en su confinamiento, los sacerdotes que  han celebrado la Eucaristía o han comentado las lecturas del día por redes sociales y todos los laicos de a pie que están cuidando a sus familias de la mejor manera que pueden.

Estamos viviendo momentos muy recios pero, como dice el Santo Padre, hay historias que transforman la vida. Hay historias que huelen a Evangelio. La Iglesia siempre está ahí, comunicando lo mejor de sí misma y ofreciendo sinceramente una Palabra de esperanza y trascendencia en medio del mundo.