JOSÉ ANTONIO GARCÍA BACIERO, DISTINGUIDO CON EL VI PREMIO SAN ALFONSO RODRÍGUEZ

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La entrega de «el llamador» se traslada hasta Montejo de la Vega de la Serrezuela • Con este galardón la Diócesis de Segovia reconoce el valor del servicio discreto en favor de la Iglesia y la sociedad

 

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La Diócesis de Segovia ha concedido el VI Premio San Alfonso Rodríguez a D. José Antonio García Baciero. Desde 2017, la Diócesis entrega este premio a finales del mes de octubre, con el que reconoce la labor callada de todos aquellos fieles que dedican su tiempo a los pequeños servicios cotidianos en favor de la Iglesia y la sociedad. Con cariño, con generosidad, pasando desapercibidos, pero realizando una tarea eficaz y necesaria en el día a día de nuestras parroquias.

            En la actualidad, en Segovia siguen existiendo muchos «san Alfonsos Rodríguez» que nunca salen en las noticias. Fieles de a pie, gente sencilla como Toño —o Toñín, como se le conoce en el pueblo—, de 76 años, vecino de Montejo de la Vega de la Serrezuela. Un hombre soltero, que fue obrero en una fábrica de Aranda de Duero y agricultor pero, ante todo, el sacristán del pueblo. Desde que se edificara la iglesia parroquial de San Andrés Apóstol hace 34 años, (ya lo hacía anteriormente), cuida con esmero todos los detalles relacionados con el culto y el mantenimiento del templo. Como a san Alfonso, todos lo buscan y a todos a tiende desde esa tarea que un día se le encomendó y continúa cumpliendo con la mayor naturalidad y discreción.

           
La entrega de «el llamador», como se denomina al galardón, tendrá lugar el próximo domingo 30 de octubre a las 17 horas. Será en su pueblo, en Montejo de la Vega de la Serrezuela, tras una Eucaristía presidida por el Obispo de Segovia, Mons. César Franco, que estará animada por la coral La Espadaña de Ayllón. El acto, muy sencillo al estilo del santo, pretende mostrar la realidad de una Iglesia acogedora y abierta a todos, que se nutre de la labor discreta y perseverante de personas como Toño que, en nuestros pueblos y barrios, salen diariamente al encuentro de los demás con la mayor entrega y total gratuidad.

San Alfonso Rodríguez

San Alfonso Rodríguez es conocido por ser el santo de lo cotidiano, alguien que podríamos denominar como nuestro «santo de la puerta de al lado».

Nacido en el barrio de El Salvador de Segovia, pasó la segunda parte de su vida, desde los 40 años hasta más allá de los 80, sirviendo como portero del colegio jesuita de Monte Sión, en Palma de Mallorca. Dicen que cuando oía la campana de la puerta, acudía a ella diciendo «Ya voy, Señor», franqueando el paso a todos. Allí se santificó en los pequeños servicios, escuchando a todos, procurando que todo estuviera bien.