LA MITAD DEL ALUMNADO DE SEGOVIA CURSA LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN

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Más de 10 mil alumnos de la provincia de Segovia se encuentran cursando la asignatura de Religión Católica en el presente curso 2022/2023 en los diferentes centros escolares, públicos y concertados. Esto quiere decir que la mitad del alumnado de Segovia (50,45%) escoge esta asignatura y que a pesar de situarse por debajo de la media regional —162.568 alumnos, es decir el 68,47% del alumnado del sistema escolar obligatorio— es una cifra más que notable atendiendo al número total de centros de nuestra provincia.

            En lo que respecta a la Diócesis, hay un total de 7.474 alumnos de la enseñanza pública (repartidos en 64 centros) y 2.881 alumnos de la enseñanza concertada (en 3 centros) los que estudian la asignatura de Religión Católica en los niveles educativos que abarcan desde Infantil hasta Bachillerato, según datos recogidos por la Delegación diocesana de Enseñanza.

Cabe destacar que, si bien en la enseñanza concertada el mayor número de inscritos se registra en la etapa de Primaria —1.187 alumnos—, las mejores cifras en la pública se recogen en las etapas de Primaria y Secundaria con 3.623 y 2.386 alumnos inscritos, respectivamente.

Estos datos arrojan, un año más, una respuesta positiva de las familias segovianas y los propios alumnos a esta propuesta formativa. Y es que, a pesar de las dificultades existentes, la asignatura de Religión, de oferta obligatoria para los centros y de libre elección para los estudiantes, aglutina a la mitad de los alumnos matriculados en Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria y Bachillerato en la provincia. Esto nos muestra que las familias siguen considerando que la enseñanza religiosa católica es un elemento decisivo para la formación integral de sus hijos.

Valoración optimista

En reunión mantenida en Tordesillas, los delegados diocesanos de enseñanza de Castilla y León han analizado la nueva situación en la que se encuentra la enseñanza de Religión en el modelo escolar constatando que, aunque la LOMLOE se ha incorporado a los centros educativos con más dudas que certezas, la respuesta de las familias a la oferta del área de religión sigue siendo buena en el conjunto del territorio regional.  

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Pese al notable rechazo social que generó la llamada «Ley Celaa», y que en algunas comunidades autónomas ha producido un evidente deterioro en la enseñanza de Religión, los responsables de educación en las Diócesis reconocen que el diálogo permanente con la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León ha permitido mantener prácticamente la misma carga lectiva de la asignatura en todos los niveles, y avanzar en la búsqueda de un modelo de respeto hacia la efectiva libertad de elección de las familias y de la normalización progresiva del estatus del profesorado de Religión. En este sentido, los delegados diocesanos indicaron que en próximas jornadas se reunirán de nuevo con miembros de la Consejería para presentarles propuestas concretas de mejora en orden a diseñar el marco escolar en el que se impartirá el área en el curso 2023-24.

Las cifras recogidas en la región están más de once puntos por encima de la media nacional, por lo que los delegados diocesanos las valoran satisfactoriamente, aunque no cabe duda de que se ha producido una disminución porcentual de matriculación que responde a razones sociológicas y, como no podía ser de otra manera, a una mala solución legislativa por la excesiva politización de la enseñanza de la religión que en poco ayuda a su definitiva normalización. En este sentido, una vez más, los delegados diocesanos invitan a los diferentes actores de las administraciones educativas a buscar soluciones en los modelos escolares europeos que, en la gran mayoría de los casos, integran perfectamente la asignatura en el sistema escolar.

En otro orden de cosas, las delegaciones diocesanas de enseñanza reconocen y agradecen el enorme esfuerzo realizado en este curso por los profesores, que han participado en un exigente proceso de inmersión en la pedagogía de la LOMLOE para contribuir desde el área de religión a la construcción del perfil de salida de los alumnos tal y como plantea la nueva ley.

Para el próximo curso los delegados diocesanos seguirán insistiendo en que la clase de religión no se reduce a un anuncio confesional del Evangelio, sino que asume e integra la experiencia religiosa cristiana en la cultura y ofrece una formación decisiva en la construcción de la identidad personal y social del alumno. Solo desde ese diálogo con la cultura se evitará la fragmentación dándole al ser humano la posibilidad de alcanzar su desarrollo pleno. Así, pues, los delegados plantean que la clase de Religión en Castilla y León sea una llamada a provocar un diálogo entre la fe, la razón y las ciencias para seguir creando espacios donde quepamos todos, fomentando la cultura del encuentro, de la creación de redes y de la acogida.

En este nuevo escenario curricular, los delegados diocesanos preparan ya un encuentro regional de profesores que será previo a un congreso de carácter nacional en el que se compartirán buenas prácticas docentes que ayuden a mejorar la calidad de la formación del profesorado para que esta redunde en el mejor servicio a la educación de sus alumnos.